lunes, 16 de marzo de 2015

Una biblioteca para los niños del Este


“Los libros son como semillas, pueden dormir por centurias, pero son asimismo capaces de florecer aún en los suelos menos promisorios.”    
   
                                                            Carl Sagan, astrónomo y divulgador científico

Ciudad del Este es un caos, ya no es la panacea del libre comercio ni despierta grandes pasiones como antes. Es un urbe que crece enormemente sin detenerse a pensar sobre sus habitantes. La municipalidad está tomada por un clan que actúa impunemente al estilo kirchnerista, pero de tinte conservador. La ciudad, aunque posee una buena biblioteca, se ha olvidado del pensamiento libre. Y, en ese contexto, nunca se podrá avanzar.    

El clan, que piensa que gobierna un reino medieval, entre tantas otras cosas, se ha olvidado de una escuela. La escuela Mujer Paraguaya, del Km 9 Acaray, fue protagonista de un reportaje sobre la construcción autogestionada de aulas por parte de los padres de los alumnos. Los recursos públicos, que en teoría debían ir al fortalecimiento de la educación estatal, jamás llegaron al Km 9. Así que las familias de los estudiantes tuvieron que organizarse y buscar fondos propios para levantar las aulas que faltaban.    

Esta actitud nos demuestra una vez más la inoperancia de las autoridades públicas, de los que deberían velar por el respeto y cumplimiento de la Constitución, pero que están encargados de otras labores más importantes, como la politiquería y el autoritarismo, que tanto daño ya hicieron al país.    
   
La escuela tampoco tiene una biblioteca. Sí, así mismo. Funciona sin un lugar donde los niños y profesores puedan tener tiempo de investigar, estudiar o leer con los recursos básicos que necesita todo niño del siglo XXI. Esto es indignante y absurdo, al mismo tiempo. Si los padres pagan sus impuestos, lo mínimo que merecen es la retribución por parte de la institución republicana. Pero es mucho pedir al clan que entienda un poco de filosofía política o reivindique al sistema democrático, ya que sus miembros están en contra de él.    

Podemos estar varias horas hablando del clan, pero eso no resolvería nada. La Premio Nobel de la Paz 2014, Malala Yousafzai, poco después de haberse conocido su galardón, indicó que: “Para cambiar el mundo, envíe libros en vez de armas”. Y eso es lo que haremos desde La Isla de Edgardo. A partir de hoy, y hasta el 31 de marzo, recolectaremos libros, materiales audiovisuales y equipos electrónicos para los estudiantes y docentes de la Escuela Mujer Paraguaya, porque nos dieron un ejemplo de autogestión digno de inmitar y porque tal vez funcione mejor la educación para erradicar la ignorancia y el autoritarismo en Alto Paraná.    

Una biblioteca es una necesidad impostergable para quienes necesitan salir adelante, para los que precisan tener una visión amplia de la realidad. Es, a modo de decir de Emerson, parafraseado por Borges, “un gabinete mágico“, que necesita ser explorado para conocer a las grandes mentes que tuvo la humanidad.    
   
Así que, a partir de ahora, juntaremos libros y los llevaremos a comienzos de abril.    

En Asunción, los que quieran colaborar pueden dejar sus datos en este blog o llamar y/o escribir a los celulares: 0982-236474 y 0994-357123.    
En Ciudad del Este, pueden dejar los libros en el local del diario Vanguardia, en Avda. San Blas, Km 8, Acaray o llamar al teléfono 061-575530.    
   
Se aceptará todo tipo de libro que esté en buenas condiciones. Todo lo recolectado servirá para demostrar que muy a pesar del Estado, la gente puede movilizarse a favor de la educación y la cultura de este país. Y los niños del Este, se lo merecen. Merecen vivir en una ciudad mejor, en un país más seguro y abierto, donde sus ideas sean escuchadas y sus sueños, sean cumplidos.

No cambiaremos el mundo, pero habrá una biblioteca más, así que es lo mismo.