viernes, 28 de octubre de 2016

"Encontrar un paraguayo ateo es altamente improbable"

Breve fragmento de la entrevista realizada al Ing. Ricardo Montanía, actual Presidente de la Asociación Paraguaya Racionalista. El texto completo se publicará en la página web de APRA.



-¿Cómo un ciudadano paraguayo se hace o se convierte al ateísmo?


-Decir que se “convierte” al ateísmo da la impresión de que el ateísmo es otra adscripción religiosa, y no es así.

En países como el nuestro,  el ateísmo es el resultado de un proceso lento y sistemático de incorporación del conocimiento científico a nuestras vidas, de suerte tal que se hace posible comprender que el Universo no requiere de una explicación metafísica o sobrenatural.

Encontrar un ciudadano paraguayo ateo es altamente improbable, tal y como se refleja en los estudios antes mencionados (Diario La Nación y Pew Center), es porque el método por el cual las creencias religiosas se perpetúan en el tiempo está plenamente vigente en nuestro país.

Si miramos a los católicos que son absoluta mayoría vemos que operan sobre los niños, ellos son bautizados a tierna edad y en la ceremonia se encomienda, literalmente. a un ejército de personas, velar porque la fe de sus ancestros le sea inculcada.

Todo lo que ve y oye tanto en el colegio, la calle o su casa en ese sentido son manifestaciones teístas y crece con el convencimiento de que la fe es una gran virtud y no el vicio del carácter como en realidad es. 
Ricardo Montanía (centro), junto a los otros dos miembros fundadores
de APRA, Jorge Alfonso (Izq.) y Roberto Nunes (der.), en compañía
de Mario y Marta Bunge, en 2013.

Entonces, al llegar a cierta edad, de no mediar circunstancias muy especiales, el joven es ya un teísta cuyas capacidades críticas están convenientemente atenuadas o apagadas y es presa fácil de todo tipo de supercherías religiosas o no.

Los ateos paraguayos que conozco, y conozco a muchos, lo son porque lograron pasar indemnes por ese mecanismo perverso o porque tenían un amor especial por el conocimiento que los llevaron a desapegarse de los dogmas tan eficientemente inculcados. Con la lectura y el apego a la ciencia lograron darse cuenta que la visión teísta del Universo es, sin dudas, falsa y sin sustento racional y que la única posición razonable de un ciudadano libre e informado del siglo 21 es la del ateísmo.