jueves, 17 de noviembre de 2016

Paraguay y su oportunidad de innovar (II Final)

Por Eduardo Quintana *
La cultura científica se esparce y actualiza, se reconfigura y nos ayuda a percibir un mundo muy distinto al que estamos acostumbrados. Porque nos permite conocer o reconocer modelos alternativos de conocimiento, organización y desarrollo. Paraguay no está excento de ello. 

Nidia Sanabria de Romero es una de las educadoras que pudo congeniar su originalidad artística como escritora con su pasión por enseñar. Poeta, narradora y docente, creó un taller artístico en plena dictadura, luego el colegio Iberoamericano y más tarde, una universidad. Este año cumplió 9 décadas de existencia y 7 de docencia. El Premio de Ciencias que la Universidad Iberoamericana otorga lleva su nombre y con justa razón: pudo visionar modelos alternativos de educación, más integrales, humanistas y acordes a los tiempos actuales.

El galardón se otorga desde hace cuatro años a distintas instituciones y personalidades encargadadas de hacer avanzar el conocimiento y la cultura científica misma. El premio recayó ya en la Fundación Moisés Bertoni, el Centro de Documentación y Estudio, la Universidad Nacional del Este, la Universidad Nacional de Itapúa, entre otras reconocidas instituciones de investigación.




Este año, el Premio Doña Nidia Sanabria de Ciencias va para el Dr. Benjamín Barán, la Dra. Antonieta Rojas de Arias, la Prof. Miriam Costabel y el Prof. Blas Servín Bernal. A Barán, ganador de la categoría Investigación Científica e Innovación, “por sus aportes a la ingeniería de sistemas y computación y por sus trabajos pioneros en optimización, inteligencia artificial y computación cuántica”. A la doctora Rojas, ganadora de la categoría Investigadora Destacada, “por sus renombrados aportes a las ciencias biológicas, especialmente en el campo de las enfermedades tropicales y por impulsar el desarrollo de la investigación en nuestro país”.

Mientras que al profesor Servín, ganador de la categoría Educación y Divulgación Científica, el Premio Nidia Sanabria se le otorga por su “esmerado esfuerzo por la difusión de la y comprensión de la astronomía en el Paraguay”. A la profesora Costabel se le premia “por sus destacados trabajos pioneros en investigación en enfermería y por su labor de impulsar la investigación en nuevos campos de las ciencias”.

Barán es un innovador nato. Lo primero que hizo al tener una cátedra en la Facultad de Ingeniería de la UNA fue rescatar a Albert Einstein y enseñarlo en sus clases. Reconocido por sus trabajos sobre optimización y los algoritmos bioinspirados, el matemático tiene una destacada trayectoria como docente e investigador. Fue uno de los primeros ingenieros del Centro Nacional de Computación, CNC, que trabajó con el incipiente internet hace dos décadas. Recibió distintos galardones internacionales y esta vez no podrá ir al V Foro de Investigadores de la Unibe porque se encuentra en Quito, trabajando en un modelado matemático de ordenamiento vial. Algo que a mediano plazo, puede beneficiar también a Asunción. El profe Barán fue Premio Nacional de Ciencias en 1996.

Por su parte, el profe Servín es sinónimo de estrellas en el Paraguay. Reconocido por su activismo en la Asociación de Aficionados a la Astronomía, en la construcción del primer Planetario de la capital paraguaya y en el rescate de la astronomía autóctona. Fue el principal impulsor del Centro Astronómico Bicentenario y un apasionado divulgador de la astronomía. Actualmente, se encuentra investigando la cultura astronómica de diversas parcialidades indígenas que habitan el territorio paraguayo. Creador de clubes de ciencia, Servín es quizás uno de los principales divulgadores de la ciencia que tiene hoy el Paraguay. A él le debemos el refloje de la figura de Buenaventura Suárez, primer astrónomo del Río de la Plata.

Mientras que la Dra. Rojas es una de las principales científicas que tiene este país. Tiene más de 100 artículos científicos publicados en revistas indexadas y 4 patentes internacionales. Investigadora en las áreas de parasitología, epidemiología y control de vectores de enfermedades tropicales, es una especialista en el ámbito de la quimioterapéutica de la enfermedad de Chagas y leshmaniosis. Últimamente implementó los “laboratorios ciudadanos”, un proyecto para incursionar en la investigación-acción. Tampoco está demás señalar que además de la investigación y dirección de proyectos, tiene el desafío de presidir la Sociedad Científica del Paraguay.

Figuras que inspiran, que generan conocimiento, que innovan y que difunden ideas las tenemos en Paraguay y en diversas áreas. Es momento de darle una oportunidad al vagón del conocimiento, a la sociedad tecnocientífica que nos sostiene y estrechar nuestros lazos con el siglo XXI.


* Periodista de ciencias.
Encargado de Cultura Científica
Unibe


miércoles, 16 de noviembre de 2016

Paraguay y su oportunidad de innovar (I)

Por Eduardo Quintana *
eduardoquintanaelsebf@gmail.com

El fin de la dictadura stronista también permitió cierta apertura y reforma en el ámbito académico. La universidad se renovó parcialmente y la ciencia pudo tener un pequeño hueco en la agenda política. De 1997 data nuestra primera política científica y a casi dos décadas de aquello, hoy contamos, gracias a la tarea titánica de científicos, intelectuales y catedráticos, con un Programa Paraguayo de Desarrollo Científico y Tecnológico, un Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores y alrededor de 125 millones de dólares para proyectos de investigación e innovación.

Esto, sumado a los 516 investigadores categorizados y subsidiados por el Conacyt. En cierta medida, se está viviendo una especie de “ciencia de transición”, en un país sin tradición científica y con escasos alcances e impactos en la sociedad del conocimiento.

El 17 y 18 de este mes, la Universidad Iberoamericana, Unibe, organiza el V Foro de Investigadores, centrada en discutir sobre su lema
“Desafíos de la Investigación e Innovación para la creación de conocimientos”. Aquí no se debatirá sobre la necesidad o no de invertir en ciencias e investigación, sino la forma de hacer más desafiantes e innovadores los reclamos de una economía basada en el conocimiento y de un mundo con mejor acceso a la información y al mismo conocimiento.

La doctora Antonieta Rojas, actual presidenta de la Sociedad Científica del Paraguay, y el Dr. Antonio Cubilla, director del Instituto de Patología e Investigación y Premio Nacional de Ciencias 2002, tendrán la misión de ofrecer dos de las tres conferencias magistrales durante el encuentro, donde se presentarán investigación de la Unibe y de otras universidades. Es Cubilla, profesor emérito de la Facultad de Medicina de la UNA, uno de los promotores principales de la Universidad Científica y Tecnológica del Paraguay, una universidad de segundo piso que el actual Gobierno de Horacio Cartes está impulsando para posicionar a Paraguay por primera vez en el mapa de la investigación y de la ciencia. La Secretaría Técnica de Planificación presentará su programa en el Foro.

La Unibe recibe también este año la visita de la profesora Miriam Costabel, magíster en Educación e investigadora de enfermería de la Universidad de la República, Uruguay. En el Foro se presentarán investigaciones de diversas áreas de la ciencia, que se realizan en nuestro país y fuera de él. Trabajos que son innovadores en sus campos y permiten posicionar al país a la vanguardia en determinadas parcelas de la investigación.

Sin embargo, la nota más resaltante es el contenido de la Revista Científica. Estudios e Investigaciones que ofrece la Unibe. En el volumen de este mes se incluye un avance del proyecto de tipología y ranking de universidades paraguayas, realizado por el Dr. Cubilla y un artículo científico del filósofo Mario Bunge sobre cómo la neurociencia social cognitiva puede ayudar a la psicología a reestructurarse epistemológica y metodológicamente, estableciéndola como una ciencia biosocial. Además de investigaciones de la Unibe en salud y educación.

El lema de la Unibe es “Una mentalidad nueva para un mundo nuevo”. El avance conocimiento nos permite romper las barreras del atraso, situarnos en un contexto sociopolítico y económico, a tomar mejores decisiones en la vida diaria y a contribuir al desarrollo local, nacional o regional. Paraguay no puede darse el lujo de ignorar la nueva mentalidad que rige el globo, los nuevos relacionamientos y las transformaciones que se desarrollan espontáneamente de las interacciones actuales. No podemos darnos el lujo de despreciar la investigación. Tenemos una brillante oportunidad, pero con los desafíos aún rigurosos y más exigentes. Todo esto, sin perder de vista al pensamiento crítico, la libertad académica ni a la búsqueda de la verdad, origen de nuestra civilización contemporánea. La era de la Pos Ilustración ya comenzó.


* Periodista de ciencias.
Encargado de Cultura Científica
Universidad Iberoamericana