Por
Eduardo Quintana *
La
cultura científica se esparce y actualiza, se reconfigura y nos
ayuda a percibir un mundo muy distinto al que estamos acostumbrados.
Porque nos permite conocer o reconocer modelos alternativos de
conocimiento, organización y desarrollo. Paraguay no está excento
de ello.
Nidia Sanabria de Romero es una de las educadoras que pudo congeniar su originalidad artística como escritora con su pasión por enseñar. Poeta, narradora y docente, creó un taller artístico en plena dictadura, luego el colegio Iberoamericano y más tarde, una universidad. Este año cumplió 9 décadas de existencia y 7 de docencia. El Premio de Ciencias que la Universidad Iberoamericana otorga lleva su nombre y con justa razón: pudo visionar modelos alternativos de educación, más integrales, humanistas y acordes a los tiempos actuales.
El
galardón se otorga desde hace cuatro años a distintas instituciones
y personalidades encargadadas de hacer avanzar el conocimiento y la
cultura científica misma. El premio recayó ya en la Fundación
Moisés Bertoni, el Centro de Documentación y Estudio, la
Universidad Nacional del Este, la Universidad Nacional de Itapúa,
entre otras reconocidas instituciones de investigación.
Este
año, el Premio Doña Nidia Sanabria de Ciencias va para el Dr. Benjamín
Barán, la Dra. Antonieta Rojas de Arias, la Prof. Miriam Costabel y
el Prof. Blas Servín Bernal. A Barán, ganador de la
categoría Investigación Científica e Innovación, “por sus
aportes a la ingeniería de sistemas y computación y por sus
trabajos pioneros en optimización, inteligencia artificial y
computación cuántica”. A la doctora Rojas, ganadora de la
categoría Investigadora Destacada, “por sus renombrados aportes a
las ciencias biológicas, especialmente en el campo de las
enfermedades tropicales y por impulsar el desarrollo de la
investigación en nuestro país”.
Mientras
que al profesor Servín, ganador de la categoría Educación y
Divulgación Científica, el Premio Nidia Sanabria se le otorga por
su “esmerado esfuerzo por la difusión de la y comprensión de la
astronomía en el Paraguay”. A la profesora Costabel se le premia
“por
sus destacados trabajos pioneros en investigación en enfermería y
por su labor de impulsar la investigación en nuevos campos de las
ciencias”.
Barán
es un innovador nato. Lo primero que hizo al tener una cátedra en la
Facultad de Ingeniería de la UNA fue rescatar a Albert Einstein y
enseñarlo en sus clases. Reconocido por sus trabajos sobre
optimización y los algoritmos bioinspirados, el matemático tiene
una destacada trayectoria como docente e investigador. Fue uno de los
primeros ingenieros del Centro Nacional de Computación, CNC, que
trabajó con el incipiente internet hace dos décadas. Recibió
distintos galardones internacionales y esta vez no podrá ir al V
Foro de Investigadores de la Unibe porque se encuentra en Quito,
trabajando en un modelado matemático de ordenamiento vial. Algo que
a mediano plazo, puede beneficiar también a Asunción. El profe
Barán fue Premio Nacional de Ciencias en 1996.
Por
su parte, el profe Servín es sinónimo de estrellas en el Paraguay.
Reconocido por su activismo en la Asociación de Aficionados a la
Astronomía, en la construcción del primer Planetario de la capital
paraguaya y en el rescate de la astronomía autóctona. Fue el
principal impulsor del Centro Astronómico Bicentenario y un
apasionado divulgador de la astronomía. Actualmente, se encuentra
investigando la cultura astronómica de diversas parcialidades
indígenas que habitan el territorio paraguayo. Creador de clubes de
ciencia, Servín es quizás uno de los principales divulgadores de la
ciencia que tiene hoy el Paraguay. A él le debemos el refloje de la
figura de Buenaventura Suárez, primer astrónomo del Río de la
Plata.
Mientras
que la Dra. Rojas es una de las principales científicas que tiene
este país. Tiene más de 100 artículos científicos publicados en
revistas indexadas y 4 patentes internacionales. Investigadora en las
áreas de parasitología, epidemiología y control de vectores de
enfermedades tropicales, es una especialista en el ámbito de la
quimioterapéutica de la enfermedad de Chagas y leshmaniosis.
Últimamente implementó los “laboratorios ciudadanos”, un
proyecto para incursionar en la investigación-acción. Tampoco está
demás señalar que además de la investigación y dirección de
proyectos, tiene el desafío de presidir la Sociedad Científica del
Paraguay.
Figuras
que inspiran, que generan conocimiento, que innovan y que difunden
ideas las tenemos en Paraguay y en diversas áreas. Es momento de
darle una oportunidad al vagón del conocimiento, a la sociedad
tecnocientífica que nos sostiene y estrechar nuestros lazos con el
siglo XXI.
*
Periodista de ciencias.
Encargado de Cultura Científica
Unibe
Encargado de Cultura Científica
Unibe