Filosofía sin debate

"Una gran filosofía no es la que instala la verdad definitiva, sino que es la que produce una inquietud"

Charles Péguy (escritor francés del siglo XIX) 

¿Se podría pensar en una universidad que aunque debería instalar la discusión y el debate, no lo hiciera? ¿Se puede concebir en el siglo XXI a la ciudadanía universitaria como dogmática, burócrata y reacia a debatir?

Parece ilógico, pero es lo que sucede hoy en día. Al menos, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción, en el barrio Ita Pyta Punta. La supuesta cuna de futuros pensadores, comunicadores, psicólogos, escritores, docentes, etc. no pudo escuchar propuestas e ideas de movimientos políticos estudiantiles.

Por segundo año consecutivo no se llevó a cabo un debate entre los candidatos a presidir el Centro de Estudiantes, en vista a que el oficialista Movimiento por la Revolución Estudiantil (MRE) se ha negado a participar argumentando "agenda llena" o "falta de comunicación efectiva mediante notas". ¿Notas dirigidas a cuál "excelencia"? No es un joda señores, es la cuna de los supuestos futuros intelectuales de la República bananera.

Imaginen a jóvenes actuando como burócratas del gobierno... esa es la realidad, así la presentan al menos en filosofía.

Y es claro que la influencia partidaria, socialista, conservadora, nacionalista, comunista, guevarista o fascista  debe sucumbir en pos de defender los intereses de los estudiantes. ¿Cuáles serían los verdaderos intereses de los educandos? La principal, debería ser la formación académica de excelencia, de envergadura, competitiva, libre, que incentive el pensamiento crítico y la visión sistemática de la sociedad en la que se mueve, y, hoy más que nunca, que priorice la investigación.

Si no se puede solucionar el primer punto, deberíamos dejar de ser estudiantes.

La mediocridad, la desfachatez y la estrechez mental siguen vigentes en el país por la irresponsabilidad de los mayores. Hoy, los jóvenes se mantienen firmes para seguir con esa línea.

¿Y las propuestas e ideas revolucionarias? ¿Para cuándo? Paraguay necesita urgentemente volcar la educación al siglo XXI, es decir, dejando de lado el tradicionalismo verticalista educativo, limpiar las universidades de profesores mediocres, otorgar más presupuesto a la investigación científica, erradicar la pseudociencia y pagar más a los catedráticos que merecen.

Ningún movimiento de los tres que pujan la presidencia del Centro de Estudiantes ha contestado cómo se harán los cambios requeridos, cómo pasar de una educación medievalista a una de la era tecnocientífica.

En los pasillos de la facultad hay descontento, hay críticas al oficialismo, pero no hay activismo, no hay posicionamiento público. Todo queda en las redes sociales. Si el descontento es mayoritario, las voces deben escucharse. Si algo no funciona, debe cambiarse.

Algunos movimientos denunciaron las chicanerías del oficialismo del MRE, obviamente no se puede apelar a otras instancias, ya que el mismo Tribunal Electoral Independiente está en manos del mismo movimiento que preside el Centro.

En un año de presidencia no visualicé acciones favorables a favor del estudiantado. La única vez que crucé palabras con el presidente actual, Tito Sánchez, fue antes de que fuera electo el año pasado, cuando se suspendió el debate de los candidatos por "envío extemporáneo de pedido" del otro movimiento. Reclamé que hacía falta más debates en la facultad, a lo que Tito, en honor a sus conocimientos e intolerancia, lo único que me contestó fue: "Vos no podés hablar porque sos de ABC". Esa es la calidad de presidente que se tiene en la alta casa de estudios.

El Movimiento por la Integración de Filosofía (MIF) y la Unión Progresista Universitaria (UPU) tienen la responsabilidad de, si ganan las elecciones, transformar la imagen del estudiantado de Filosofía UNA. Por sobre todas las cosas, limpiar la imagen de semillero pemasista o recinto de guevaristas que se tiene en la sociedad, en diversos ámbitos hacia los estudiantes.

Filosofía UNA debe convertirse en un tanque de pensamiento para una sociedad necesitada de pensamiento crítico y de ciencia. Debe dejar de lado la politiquería, el barbarismo, la burocracia y apostar por el desarrollo intelectual de nuestra era. 

Los estudiantes de Psicología, Periodismo, Historia, Filosofía, Letras y Educación se merecen un cambio real, efectivo y duradero... pero no más payasadas. Sin debates, somos meros repetidores de dogmatismo arcaico.