Groenlandia es la isla más grande de la Tierra, pero Júpiter sigue siendo la mayor de nuestro Sistema Solar (descontando al Sol). Este viaje literario pretende explorar a una de las islas más estudiadas, pero muchas veces incomprendidas (antes de las neurociencias): el individuo y su concepción en la literatura. La isla de Edgardo, un punto más en el Universo.
martes, 8 de enero de 2013
¿Hay que matar al tirano?
Mucho antes que el expresidente de los Estados Unidos, Thomas Jefferson (1801-1809),
como uno de los principales autores de la Declaración de la Independencia norteamericana,
haya proclamado, la frase “El árbol de la libertad debe ser regado con la sangre de los
patriotas y de los tiranos”, y que incluso, el historiador y sacerdote jesuita español Juan
de Mariana (siglo XVI), siguiendo a Tomás de Aquino, justificara la muerte a un rey o
tirano por el pueblo, encontramos en Juan de Salisbury (teólogo y filósofo de la Escuela
de Chartres), una antesala de esta premisa con un aparente concepto liberal primitivo, ya a
partir del siglo XII.
Aunque la evidencia de esta práctica la encontramos en la Grecia clásica, luego de varios
siglos después, Juan de Salisbury la teoriza, con su frase “es glorioso matar al tirano, si es
que se corrompe la ley natural, ya que esta no puede ser quebrantada”. Con ello, el religioso
justifica dar muerte al rey si es que corrompe a la sociedad y quiebra el orden institucional
de todo reinado.
Esta premisa fue utilizada luego para dar hincapié al desarrollo del liberalismo clásico,
que proponía limitaciones al rey y mayor preponderancia del trabajo del individuo.
Salisbury también hace mención a las limitaciones que debe tener el gobernante a la hora
de administrar su comunidad. El tiranicidio de este religioso, sin embargo es distinto a los
demás, puesto que no solo se valida la muerte del monarca si oprime a los ciudadanos (esto
en realidad pasa a segundo plano), sino que si quebrante la ley natural.
Para Salisbury, la ley natural, en este caso, sería la ley divina, la que viene de Dios. La
ley final, la otorga la Iglesia Católica, ya que es esta la que tiene la autoridad para aplicar
la ley eterna del ente divino. Aunque sostenía que la autoridad del príncipe procede de la
autoridad del derecho, esta también proviene del cristianismo.
Por eso, si un Rey altera este orden, es justificable su muerte.
¿Podríamos tomar entonces al antiguo obispo de Chartres como precursor, aunque sea
mínimamente de las ideas liberales, cuatro siglos antes de que esta corriente filosófica sea
propuesta? Aunque el tiranicidio haya sido una justificación de los individuos si es que sus
intereses estaban en juego por la opresión del gobernante, no podría tomársele a Salisbury
como preliberal, ya que permite matar al rey si solo corrompe la ley natural, es decir, la ley
que dicta la Iglesia Católica, por lo tanto, se sometería, nuevamente a otra autoridad, en
este caso, la de una religión.
Salisbury no es precursor del liberalismo, aunque sí un gran defensor de la doctrina cristiana
católica del siglo XII y su relación con el poder político.
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La ley natural segun salisbury era la ley de Dios. Hoy en dia la ley natural seria el contrato social?
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