Para
el artista y presidente de la Sociedad de Escritores del Paraguay, SEP,
Lisandro Cardozo, más jóvenes leen en nuestro país y se interesan por las
humanidades. En un breve diálogo con La Isla de Edgardo sostuvo también que la
Libroferia de Asunción ha mejorado en los últimos años, pero que igualmente hay
que corregir ciertas falencias.
Cardozo expresó que el futuro de los libros en nuestro país es muy auspicioso ya que el acceso a los mismos es cada vez más fácil.
-¿Es la Libroferia de Asunción el evento cultural más importante del país?
-Sí
y no. Depende de qué aspecto se considera en este evento anual para
calificarlo. Las libroferias, en nuestro país, de un tiempo a esta parte, son
para vender las “novedades editoriales del año” o los libros que ya no tienen
colocación, aunque la literatura (la buena), no tiene fecha de vencimiento.
Así lo creen los libreros y ponen en las mesas de oferta la gran literatura, de insignes escritores universales por la irrisoria suma de diez mil guaraníes. El grave problema es el público, que no entiende el gran esfuerzo que hacen los libreros y editores, en un país que muy poco lee, que organiza ferias de libros, mesas de ofertas, trae novedades, las promociona, pero alcanza poco o nulo éxito.
Pero en los últimos años, ha mejorado en cierto aspecto el público que asiste a las ferias, no
solamente como solaz, sino para buscar nutrirse con una buena lectura. Para mí la importancia radica en que vaya formando hábito en los jóvenes que son la esperanza de que haya renovación de lectores y creadores.
-¿Ayuda a promocionar a los escritores paraguayos?
-Todas las editoriales procuran promocionar a los escritores
nacionales. Les edita sus libros, con miras a una éxito literario, les organiza
un buen lanzamiento, comentarios, prensa, brindis, pero la cosa no queda
solamente ahí, pues es conocido que falta una crítica objetiva, más allá de los
simples comentarios de contratapa.
Una crítica que ubique a la literatura paraguaya en el
contexto nacional e internacional es lo que hace falta. Todo el apoyo de las
editoriales y las publicaciones personales, va a ser estéril, mientras que las
editoriales solamente puedan publicar entre trescientos y quinientos ejemplares
de un libro de dudosa calidad.
-¿Qué cree que le falta a este evento?
-Antes
que nada, que los escritores vuelvan a tener confianza en la efectividad de las
ferias. Los componente de la Sociedad de Escritores del Paraguay y creo que EPA
y PEN, retacean el esfuerzo de participar, porque a veces la organización no
brinda todas las garantías de buen resultado. La improvisación es el gran
problema, de ambas partes.
-¿Encuentra la SEP apoyo por parte de las casas editoriales del país?
-La
SEP tiene buen relacionamiento con todas las editoriales, es decir, los
escritores que publican con ellas. Pero la SEP tiene un convenio con la
Editorial y Librería Servilibro, con la que realiza varios proyectos anuales,
como apoyo a los concursos, lanzamientos editoriales, e incluso apoyo económico
para lograr los objetivos que se propone.
Hay
muchos detalles que hay que ir puliendo todavía con las editoriales en
beneficio de los escritores, como por ejemplo, el pago de los derecho de autor,
el control de las ediciones, en cantidad y calidad.
-¿Los paraguayos están leyendo más?
-No
tengo ese dato cierto, pero creo que hay muchos más jóvenes leyendo actualmente
y eso me parece muy auspicioso. Veo y compruebo, que en los institutos de arte asisten
muchos jóvenes, con ganas de estudiar teatro, artes visuales, diseño, que son
carreras que tienen mucho que ver con las humanidades e implica una lectura más
especializada y crítica.
Por
otra parte, los jóvenes están más interesados en la filosofía, psicología, y
otras ciencias humanas, que les abre la mente hacia universos más amplios.
-¿Cómo
ve el futuro de los libros en Paraguay?
-El
libro en nuestro país tiene un futuro, para mí auspicioso. En primer lugar, por
las ferias que se realizan en varias ciudades de nuestro país. En segundo
lugar, los costos de los libros no son exorbitantes como en otros países y se
los puede adquirir a muy buen precio en las librerías de ofertas, donde hay de
todo un poco.
Podemos encontrar libros en los kioscos de las veredas de las calles principales, como Palma y Estrella, en plazas, en los shoppings y centros culturales. O sea, el libro tiene ahora muchos más puntos de encuentros con el consumidor que hace algunos años.
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