sábado, 7 de junio de 2014

El público comienza a valorar la literatura paraguaya, según Hernández



Alejandro Hernández y von Eckstein es escritor, miembro del PEN Club y actual vicepresidente de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP). Entre sus obras se destacan: Conspiraciones faraónicas, Bajo la mirada de la cobra, El asesinato del faraón, El juego de los dioses, El fotógrafo de Loma Tarumá y Nueva vidas.

-Cuando decimos Libroferia de Asunción, ¿a qué nos referimos?   
-A una de las tres vidrieras más importantes del país donde el público lector se encuentra y relaciona con los autores nacionales. Las otras dos son la feria del libro de Coronel Oviedo y la de Encarnación.    
   
-Se acaba la XX edición de la muestra, ¿es un logro para la cultura paraguaya tener 20 ediciones?   
-Sí. El evento ya está marcado en el calendario de actividades mentales de cada asunceno amante de la literatura nacional y extranjera. Inclusive, los niños que asisten a la feria vienen gustosos de conocer o reencontrarse con sus autores favoritos. Una hermosa experiencia tuvimos la semana pasada donde antes y después de un panel de cuentos organizado por la SEP los niños pedían autógrafos y tomarse fotos con los panelistas a quienes rodeaban y abrazaban bulliciosamente.    
   
-¿Qué tiene de diferente esta fiesta literaria?   
-Cada libroferia se supera a sí misma año a año, tanto en sentido organizativo como en la calidad de eventos. En lo que se refiere a la SEP, este año se han organizado varios eventos entre ellos los "Cuenta cuentos para niños y adolescentes", paneles como el ofrecido por Juan de Urraza “El libro y la tecnología digital”, el proyecto Libro Amigo, por el cual se llevaran los libros donados por el público asistente a la feria a Bibliosueños, biblioteca de San Cosme y Damián (Itapúa), además de tratar de acompañar a los socios en las distintas presentaciones de sus libros, entre otras actividades. Creo que este ha sido el año que más actividades ha tenido la SEP en todo este tiempo.    

   
-¿Considerás que el público lector paraguayo es más exigente ahora que hace casi 20 años?   
-La exigencia varía con cada individuo, dependiendo su formación, edad, e intereses. Lo que sí ha variado es la cantidad de público que hoy asiste a este evento, en su mayoría jóvenes.    
   
-¿Qué leen los paraguayos?   
-A pesar del bombardeo mediático fomentando literatura extranjera tipo bestseller, autoayuda y lectura rápida, el público también comienza a valorar la literatura nacional. Reflejo de esto es que todas las semanas se presentan varios libros de autores nacionales e incluso muchas veces varias presentaciones el mismo día.    

-¿Qué escriben hoy los escritores paraguayos?    
-Se escribe de todo. Desde novelas de ficción, históricas o aventuras hasta poesías, sin dejar de lado los libros de autoayuda. También hay que destacar a la literatura de cómics, donde podemos destacar la labor de Roberto Goiriz, Javier Viveros, Nicodemus Espinosa, Carlos Arguello, Juan Moreno, entre otros.    

Es cierto que nuestros mayores nos pudieron haber llegado a decir que el cómic no es literatura y que distorsionaba la mente del niño. Sin embargo, creo es una manera de introducir a los niños a la lectura.    
    
-¿Hay más literatura hoy? ¿Mejoró?   
-Como dije anteriormente se escribe mucho. Lamentablemente no puedo decirte si mejoró o no nuestra literatura ya que carecemos de una critica literaria aguda y medios especializados donde los críticos puedan expresarse y dar a conocer nuestra literatura a nivel nacional e internacional.

Por ejemplo, falta un verdadero suplemento cultural en los periódicos tipo el de “revista Ñ” o “El mundo” donde la crítica literaria nacional tenga una participación destacada y consistente. No solamente aparecer como relleno porque se le acabaron al editor los artículos de rock extranjero o los escándalos de la farándula.    


-Algunas personas sigue diciendo que en Paraguay no se lee tanto, ¿es un mito o ya se desechó esto?    
-Es cierto que todavía falta mucho para llegar al estándar ideal de lectura a nivel nacional. Sin embargo se lee cada vez más, en especial los jóvenes, compartiendo tanto formato digital como el libro de papel. Creo que vamos por buen camino.    

-¿Qué recomendás a los jóvenes que sueñan con ser escritores?   
-Que lean, observen, escuchen, escriban mucho y no se desanimen. La lectura y prestar atención al mundo que nos rodea, son la mejor manera de introducir ideas a ser desarrolladas y transformadas en poesía o narrativa. Sin embargo esto no basta si no se toma en serio a la escritura. El escribir no es un hobbie, es un trabajo.    

Aunque en estas latitudes es muy difícil vivir de la literatura, el futuro escritor deberá tomar a la escritura como un trabajo más y dedicarle las horas diarias necesarias, tanto a la lectura como a la escritura. Es la única manera de progresar y lograr el anhelado reconocimiento.    

jueves, 5 de junio de 2014

Una fiesta teñida de sangre




Es mentira eso de que los libros no muerden. Claro que lo hacen, con sus diente afilados, muchos de ellos se incrustan en los cerebros de la gente. Y el mejor momento para mostrar dientes es una gran exposición. La XX Libroferia de Asunción nuevamente está convocando a miles de paraguayos, que en un alto grado, ya la califican como "el evento cultural más importante del país". Y no es para menos: hay más de 100 expositores y decenas de actividades todos los días.

La diversidad cultural que se tiene es evidente con la presentación de distintos libros y autores. La gama se amplía cada año. Hay libros para todos los gustos, literalmente. En ofertas, sobresalen, principalmente, Santillana y Librería de la Paz, quienes tienen descuentos de hasta el 60%, para algunos títulos. Los tradicionales libros a partir de 10.000 guaraníes de Servilibro este año no faltaron. Intercontinental ofrece títulos a partir de tres por 20.000 guaraníes.

Niños y jóvenes rebuscándose, adultos lectores que no reconocen el tiempo y se pierden entre los estantes de las historias. Muy ordenada la muestra. Resalta el stand de la Municipalidad de Asunción, que este año decoró su local de manera "ecológica". Además de exponer libros antiguos, regala plantitas traídas directamente del Jardín Botánico (tienen tajy). Los nombres de los salones auditorios no variaron mucho (Augusto Roa Bastos, Rubén Bareiro Saguier y Gabriel García Márquez). 




Pero no todo es color de rosa. Este año, los libros de Sagan aumentaron de precio en El Lector (de G. 200.000 pasaron a costar 250.000) y para los que todavía no compraron los Juegos del Hambre se van a llevar la sorpresa de que en algunos locales el precio ronda los G. 130.000. Pero uno se puede llevar gratas sorpresas, también, como me pasó a mí, que encontré un libro de Ménage sobre las mujeres filósofas (algo que no nos muestran en Filosofía UNA).

Lamentablemente, escribo esto mientras el país se hace eco de la ratificación de la condena a prisión por plagio al escritor y dramaturgo Nelson Aguilera, demostrando que la justicia paraguaya sigue también la tendencia oscurantista y autoritaria de nuestra cultura. Qué linda fiesta la de Villa Morra y qué mala noticia nos tiró el Palacio de Sajonia el día de hoy. La literatura está bañada de sangre, en un momento de celebración.

El daño que los magistrados han hecho a la cultura tiene un precio y se llama tercermundismo. Están enviando a la cárcel a un artista por un delito no cometido. Están ratificando la barbarie, demostrando ignorancia y chabacanería en su máxima expresión. ¡Qué pena dan estas personas! El gremio de escritores y las personas que utilizan su cerebro no deben permitir semejante horror.

Mientras tanto, podemos seguir yendo a la Libroferia, quizás con un distintivo negro para evidenciar nuestra indignación.  A seguir leyendo, para no convertirnos en los jueces que intentan poner trabas a la libertad y a la creatividad.