jueves, 16 de febrero de 2012

Los crímenes de San Fernando


Libro recomendado (IV)

Cuando los héroes se meten hasta en la sopa, hay que dudar del heroísmo.

En estos días los comunistas reividican a Solano López como héroe máximo de la República, y en nombre de la memoria histórica realizan actos de vandalismo, destruyendo murales artísticos en el centro asunceno, es interesante conocer cómo nuestros escritores y dramaturgos describen a los personajes polémicos del Paraguay.

El libro recomendado de esta semana es “San Fernando”, el drama histórico de los crímenes cometidos por el dictador Francisco Solano López durante la Guerra contra la Triple Alianza, en, quizás, uno de los primeros campos de concentración del continente. Hablado, lógicamente, en teatro.

Gracias a Servilibro y ABC Color, la Biblioteca de obras selectas de autores paraguayos, que recopila 16 títulos de autores locales, podemos disfrutar de otra edición de San Fernando, de Alcibiades González Delvalle.

Esta pieza artística, censurada durante la dictadura de Alfredo Stroessner, por “manchar el honor de un héroe paraguayo”, relata los sucesos que llevaron a López a tomar la drástica decisión de enjuiciar a varios miembros de su familia, torturarlos y fusilarlos, en nombre de la “defensa de la patria y los intereses nacionales”.

La obra, narrada en formato racconto, relata, en una única escena, las conversaciones entre paraguayos sobrevivientes de un conflicto bélico y la nueva batalla entre la incertidumbre, el miedo y la esperanza.

López, un tirano que llegó al poder gracias al nepotismo de su padre, durante la guerra ya teme de sus seguidores y colaboradores, luego de la pérdida en Humaitá, el cuartel general y fuerte que no tenía que derribarse. Ante la duda y el temor, los inocentes comienzan a hablar y a acusar, sin motivos, a amigos y parientes. Así comienza uno de los peores relatos históricos durante la Guerra contra la Triple Alianza.

El dictador, sediento de sangre, manda torturar y fusilar a quienes veía como opositores, en plena guerra internacional, en un campo de concentración conocido como San Fernando, actual departamento de Misiones. (Donde alguna vez debe estar una placa en honor a todos los inocentes que murieron bajo la dictadura lopizta).

San Fernando siguió presente durante la dictadura stronista hasta febrero de 1989 y hoy nos invita a reevaluar con una mirada crítica el pasado de un país que recuerda supuestas glorias y que no le gusta mirarse el ombligo.

San Fernando es un libro a ser leído a puertas del 1 de marzo, cuando se recordará nuevamente el “Día de los Héroes”, en honor a la recordación de la muerte del dictador López. Quizás, merezca una vez más, ser representado en las tablas, hay muchos teatros y pocos argumentos literarios últimamente en las salas.

También, y si se hace algún descuento, los comunistas podrían asistir para refrescarles la memoria y hacer hincapié que un dictador, por más amor que tenga a su patria o esté en contra de los americanos o ingleses, es un asesino y mafioso que no merece la gloria, defensa póstuma ni el honor más simple.



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