¡Beso de putos!

Hablar de homosexualidad en el siglo XXI es tan patético como hablar del sexo de los ángeles en este mismo periodo. Lo cierto que, aunque resulte estresante, debemos debatir sobre ello. No por mero placer intelectual de desbancar postulados pseudocientíficos y acríticos, en pos de defender a la ciencia, sino para recordarle a los reaccionarios que la libertad individual es superior a cualquier institución, tradición o pensamiento religioso-moral vigente.


Este jueves se recuerda el Día Internacional de Lucha contra la Homofobia y Transfobia, recordando un aniversario más de la salida de la homosexualidad como enfermedad, de la lista de patologías de la Organización Mundial de la Salud, ocurrida en 1990.


La organización SomosGay, liderada por Simón Cazal, realizará una nueva edición del Besatón, el día en que los enamorados se besan frente al Parlamento paraguayo, en protesta por la homofobia de un gran sector de la sociedad paraguaya y reivindicando los derechos de las minorías, que no son otra cosa que derechos individuales. El encuentro está fijada para las 11 horas, este jueves 17, frente a la sede del Congreso y podrán ir personas de diversas orientaciones sexuales.


Mientras que el 19 de mayo se hará la presentación de la Revista “Equis Magazine”, una publicación que contiene información útil sobre moda, salud y actividades para la comunidad LGBT. Los días 21 y 22 se realizarán conversatorios sobre “Homofobia en las aulas” y “El rol de la escuela en la Lucha contra la Discriminación y la Homofobia”. Para cerrar la semana, el 23 de mayo se celebrará el tercer aniversario de SomosGay en el Centro ubicado en  República de Colombia 141 entre Independencia Nacional y Yegros.


¿Cuál es la situación de los gays en el mundo? Sencillamente, desalentador. En siete países, la homosexualidad está penada con la muerte, en 78 es ilegal y solo en 10 se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Irán, Arabia Saudita, Yemen, Sudán, Mauritania y algunas regiones de Nigeria y Somalia no permiten la homosexualidad, por lo que cualquier gay en estas sociedades tiene la muerte asegurada. No es coincidencia que, la religión oficial o mayoritaria de aquellos países sea la islámica, religión opositora a la libertad individual y a la naturaleza.


Solo una decena de naciones permite el matrimonio homosexual: Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Argentina e Islandia. En doce países se admite la adopción por parejas del mismo sexo. Estos datos fueron brindados recientemente por ILGA, la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales.


Esa es la realidad hoy en día. En Paraguay la discriminación continúa, producto de la ignorancia y falta de acceso a información científica, alimentada por la Iglesia católica, que recientemente se opuso al Estado laico. Días pasados, en su homilía, el Mons. Edmundo Valenzuela criticó enormemente la idea de laicismo. "Hay quienes en la separación de Iglesia y Estado pretenden instalar un modelo de sociedad secularizada, desplazando verdades absolutas, incluso al mismo Dios", expresó el obispo coadjutor de Asunción.


Paraguay sigue siendo una sociedad conservadora, pero más heterogénea, que aún le cuesta despegar de los resabios de la dictadura oscurantista del Gral. Alfredo Stroessner (1954 - 1989).


Lo que no me gustaría, por otro lado, es penalizar la libertad de expresión, bajo sentido alguno. Muchos líderes de organizaciones homosexuales pretenden promover leyes en contra de la homofobia, limitando la libertad de expresión. No deberían hacer lo mismo que los homofóbicos, sino todo lo contrario. Se les debería poner en evidencia. La ignorancia destila odio y atraso.


Ojalá las celebraciones se lleven a cabo en un marco del respeto y la diversión, pero por sobre todas las cosas, dentro del marco de la libertad. Si hay algo que necesita este país es disfrutar abiertamente de la libertad. A pesar de los religiosos y nacionalistas, Paraguay ya cambió y los conservadores se van quedando solo con sus discursos pseudocientíficos y moralistas baratos.


Que los besos sean dados con naturalidad y que dios, como siempre, esté ausente en estos festejos.


P.d.: Obviamente el título tiene el objetivo de provocar. No argumente con eso.