Elogio del precio

Miles de consumidores en el mundo siguen experimentando la magia de comprar. Desde los inicios de la civilización neocapitalista, y con ayuda del neuromarketing, crecieron enormemente las campañas publicitarias con anuncios más y mejor elaborados. Y esto sucede en casi todos los países del planeta, con una economía, por lo menos, mínimamente libre. (Una enteramente libre significaría la abolición del estado y lamentablemente, no vamos para esa senda).

A pesar de las inversiones publicitarias, a millones de personas solo sigue interesando algo, mucho más allá del producto mismo, diríamos: la gente sigue pensando en el precio.

"El precio es la cantidad de dinero que se cobra por un producto o servicio. En término más amplios, el precio es la suma de los valores que los consumidores dan a cambio de los beneficios de tener o usar el producto o servicio", afirman Philip Kotler y Gary Armstrong, en el libro "Fundamentos del Marketing".

Varios son los factores que determinan el precio, pero aún así, sigue siendo el principal atractivo de cualquier producto o servicio. Estos días, hay una conmoción gigantesca en Paraguay con el Black Friday de Ciudad del Este (que finaliza el domingo). Miles de turistas, principalmente paraguayos y brasileños, se aventuran en las cientos de tiendas que abundan en la capital de Alto Paraná para comprar computadoras, tabletas, televisores, radios, electrodomésticos, etc. a un precio inigualable.

Los descuentos van desde 20 al 70% en algunos casos. Y aunque no tengamos nada que ver con el Día de Acción de Gracias de Estados Unidos, esta fiesta está siendo muy rentable. El Centro de Importadores y Comerciantes de Ciudad del Este informó, a través de radio Monumental, que en el primer día se sobrepasó la cifra de 150 millones de dólares en ventas. La esperanza es que la cifra se mantenga por los días que quedan.

Pero no todo es color de rosas, en cada película, siempre un villano, por más trajeado o "bienintencionado" que se presente, aparece en cualquier momento. Y esta vez, como casi siempre, el enemigo es Hacienda. El Viceministerio de Tributación, el órgano encargado de robar parte del esfuerzo de los ciudadanos, se instaló con una serie de soldados recaudadores en varias partes de la ciudad para fiscalizar que las personas tengan sus comprabantes de ventas, porque de lo contrario, ¡se les requisaría los productos! El fin último de los consumidores es disfrutar del producto, usándolo o vendiéndolo, y no cubrir las necesidades del estado.

Mientras los estatistas sigan presionando para que el individuo le rinda cuentas de sus actos, seguiremos teniendo problemas para el verdadero desarrollo y concreción de la libertad máxima. El viceministro Gerónimo Bellasai, una especie de Gargamel, Robin Hood y El Guasón (sin la inteligencia de este último), advirtió que los controles se realizan con la presencia de efectivos de la policía. Aquellos que no cuentan con boletas legales... ¡irán a la cárcel! La extorsión es el único mecanismo que tiene el estado para imponer leyes arbitrarias para las cuales no todos fueron consultados, esto gracias a la bendita democracia que se pregona.

Esto me hace recordar a Murray Rothbard, quien decía, en Anatomía del Estado: "El Estado es la única organización que obtiene sus ingresos, no a través de contribuciones voluntarias o el pago por servicios prestados, sino a través de la coerción. El Estado obtiene su renta mediante el uso de la compulsión, es decir, la amenaza de la cárcel y la bayoneta".

Mucha teoría incomoda a la gente de esta isla. Aún así, es solo a través de ideas racionales que podemos entender lo que ocurre a nuestro alrededor. Hay que celebrar el Black Friday Ciudad del Este, a la vez de condenar todo intento de imponer obstáculos al libre comercio, a la capacidad humana de autogobernarse y al maltrato recibido por las autoridades.

Y aquí es donde nos desviamos de nuestro tema principal. El precio es lo que más llama la atención estos días en Ciudad del Este y la ventas siguen disparándose. Lo única sugerencia que podemos hacer es evaluar el precio que supone seguir manteniendo un sistema que nos esclaviza, que no nos permite tener varios "Black Friday" al año, que nos explota, que nos pide coimas, que nos roba, extorsiona, aumenta de peso, se autoasigna aumentos, impone líderes y cercena libertades.

¡Feliz Black Friday para todos!