Mónica
Bustos, autora de Chico Bizarro y las moscas, que le mereció el
Premio Augusto Roa Bastos de Novela en el 2010, aseguró que en la
Libroferia de Asunción se encuentran todos, lectores y escritores,
que no salen el resto del año. Indicó que es un buen lugar para
“acosar editores” y tratar de ubicar las obras que uno tiene
guardadas.
Mónica accedió a hablar amable y brevemente con la Isla de Edgardo, para decirnos también que hay escritores que se “conforman con una botella de cerveza” y no les importa ser publicados. Mónica estará en el stand de Santillana durante la Libroferia, para que sus seguidores y lectores se acerquen a hablar con ella.
Mónica accedió a hablar amable y brevemente con la Isla de Edgardo, para decirnos también que hay escritores que se “conforman con una botella de cerveza” y no les importa ser publicados. Mónica estará en el stand de Santillana durante la Libroferia, para que sus seguidores y lectores se acerquen a hablar con ella.
-¿Creés que la Libroferia de Asunción es una espacio para promocionar a escritores noveles de Paraguay?
-Bueno,
la Libroferia es uno de los pocos espacios que tiene un escritor para
promocionarse porque centra el interés de muchos lectores; pero
presenta un problema, cómo accede un escritor novel a ella. Sin
duda, si consigue la forma de hacer una presentación ahí o de
vender sus libros en algún stand, lograría una buena difusión.
Creo que para que ésto suceda primero debe publicar a través de una
editorial que sea miembro de la Capel y así sería más sencillo ya
que ésta se encargaría de los arreglos.
En
ese caso, el problema para el novel sería conseguir que una
editorial publique su trabajo. Otra opción sería que el escritor
pagara su propio stand, pero por el costo sería más difícil que
esto pase, a menos que sea dueño de una universidad o algo así, en
ese caso contaría con los recursos y creo que, con un stand para
promocionar un solo libro, seguro hasta podría colocar éste como
uno de los más vendidos de la feria y además se adjudicaría la
ilusión de ser famoso. De todas maneras, en el mundo de la
literatura, no importa mucho ser famoso, siempre podés ser un
desconocido y guardar la esperanza de convertirte en un autor de
culto.
-¿Qué
ventajas encontrás en este tipo de eventos?
-La
ventaja es que nos encontramos todos los que no salimos el resto del
año.También es un lugar ideal para acosar editores, ya que
generalmente están en sus stands, tenés que tener tiempo y ganas,
el resto es insistir a un editor para que lea tu trabajo.
El
problema es que la gente cree que el secreto está en encontrar a un
escritor y pedirle a éste que lea su obra. Pero el escritor
básicamente está en esa misma situación, así que poco o nada
podría hacer aquel por el novel. De todas formas, no a todos les
interesa encontrar un editor que los quiera publicar. Algunos
escritores son unos genios que se conforman con una botella de
cerveza y no les importa para nada ser publicados, es que son tan
inteligentes que saben que eso no los va a hacer mejores, que al
final, autores publicados y no publicados por igual, se van a morir
solos y sin nada, y que además, después de la muerte no habrá
nada.
-¿Cuáles son los desafíos que hay que tomar en cuenta para la Libroferia?
-Los
desafíos son siempre los mismos: lograr mayor asistencia, renovar,
crear muchas actividades para todos los gustos y edades, facilitar la
visita de estudiantes del interior. Tiene que haber actividades para
fomentar la lectura, agasajar al que quiere leer, priorizarlo. No
digo obligar a alguien que no quiere leer a que lea, sino recurrir a
la motivación e interesarse en que puedan acceder a los libros los
que quieren leer.
.
-¿Leen
más ahora los paraguayos?
-No
me cabe duda de que en Paraguay se lee más que hace 20 años, por
ejemplo. Pero, ¿se lee más que hace cinco años? ¿Se lee más que
el año pasado? ¿O estamos igual?
Por
mi parte, yo no puedo decir, "ah, ya está bien, mucha gente lee
en este país" o "se lee mucho", porque creo que nunca
es suficiente.
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